Pequeñas grandes historias
martes, 12 de febrero de 2008

A menudo suele pasar que en las situaciones más inesperadas, en los momentos sin apariencia transcendecia ni importancia, nos encontramos de manera fortuita y no esperada, pequeñas escenas que dan una nota de color a un largo día, un largo día monótono como el resto de días de la semana y que sucumbe ante la rutina del día a día.

Pequeñas pero a la vez grandes historias como la de ayer, de regreso a casa, sumergido entre miles de palabras de un libro entre el vaivén del metro. Como si de la nada surgiera, ante mi, se presenta un hombre modesto, pero ante una primera evaluación de su imagen, ya deja entrever que no es una persona cualquiera, un ser al que miras y no vuelves la mirada a las miles de palabras que esperan ansiosas para ser leidas.

Desconozco su nombre, pero tal personaje, me hace pensar en que la vida a veces ofrece pocas oportunidades, y las pocas que se presentan suponen un cierto riesgo, como el que se aferra a un clavo ardiendo o a un carta mala en un partida de poker. El perfil de un hombre de unos 40 años, sin más compañia que su alma, que abandona su querida ciudad hispalense para desembarcar en la gran urbe como es Barcelona, sin más posesión que lo puesto y con la esperanza e ilusión de encontrar un trabajo que le permita sobrevivir en la vorágine de la vida.

Y a la espera de conseguir tal objetivo, el hombre ingenia, el hombre lucha para poder tener cada noche un lugar donde caer y en el caso de nuestro personaje, vendiendo peliculas "piratas" a un euro y medio. Sus palabras me conmueven: "pisha, tengo que dormir y tengo que comer de mientras. Me busque un pc y un imprenta y ya ves, aquí me tienes vendiendo pelis pa salir der paso". Con las manos vacias me vine de Sevilla y con las manos vacias estoy ahora. De este negocio, quizás saque 30 euros al día, na más, lo justo pa la pensión".

Pequeñas grandes historias que empequeñecen a los problemas cotiadianos que tiene uno, a las preocupaciones y problemas que se enfrenta uno cada día.

Señores, hace falta humildad y honestidad en este mundo, y ayer he recibido una clase avanzada de como conseguirlo.

Gracias pisha !!

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