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Segovia y demás (parte I)

Hola a todos !!!

Breve parentesis vacacional el vivido hace pocos días. Han sido apenas 5 días de desconexión, de un log off temporal, lo justo para desconectar y no descansar, que no era el próposito, visto lo visto y vivido lo vivido.

De visita por tierras segovianas, participando en todo un boda segoviana, he disfrutado al máximo de diferentes aspectos como son la misma boda, el ocio, la gastronomia, la ciudad y la familia segoviana.

Aterrizo el pasado día 8 de Agosto por la noche en Pradena, pueblo situado a unos 45 kms de Segovia. Este pueblo disfruta de una situación idílica, ya que se encuentra situado dentro de la sierra madrileña y muy cerca de otras lugares que gozan de un gran interés cultural. Tras un viaje cercano a las 6 horas en coche, disfrutando de los diferentes paisajes de postal que mis retinas contemplaron, llego bien entrada la noche a dicho pueblo, gozando de una cálida bienvenida por parte de mis familiares. Tras tan largo viaje, obligado descanso y ya al día siguiente y para no faltar a una de mis costumbres, salgo a hacer un poco de running. Que paz y tranquilidad el correr por aquellas tierras de Dios y es cuando uno se da cuenta que a dejado a tras las gran Barcelona, para estar ubicado en un pueblo de la Castilla y León, rodeado de sierra, fincas, tractores y sobre todo tranquilidad, donde parece que el reloj no avance nunca y las prisas no forman parte de su mundo.

Pero la paz y tranquilidad dejan paso al ajetreo de la boda. Ese mismo día, Jose y Agueda, familia de Segovia, contraen matrimonio. Y empiezan los preparativos de ésta: que si duchate, vistete, acicalate, que si prepara la cámara, que si esto, que si lo otro..... Todo esto para acudir a la hora en casa de la novia, una novia guapísima que se prepara para el acontecimiento de su vida. Foto tras foto, intentado emular la profesionalidad y calidad del reportero contratado para el evento, se pasan los momentos previos antes de acudir a la ceremenonia nupcial. Cabe destacar, que Agueda, la novia, muestra una singular tranquilidad, como si con ella no fuera la cosa, riendo y mostrando tranquilidad absoluta, aunque bien seguramente los nervios van por dentro. Una vez vestida, el fotográfo profesional cumple con su función: mirame a mi, sonrie, la cola así, ponte así, ponte asa, ahora con tal, ... Mientras, van acudiendo los respectivos familiares de la novia, como los hermanos con sus novias, tios, amigos, etc. Todo esto con un tremendo calor castizo: un sol de justicia que hacia casi imposible aguantar más de 5 minutos bajo el sol y menos con el respectivo atuendo de la boda.

Tras esta estancia en la casa de los padres de la novia, nuevo objetivo: la iglesia. Alli aguarda el novio. Un novio, que al igual que la novia, mostraba una pasmosa tranquilidad ante las puertas de la casa de Dios, justo esperando la llegada de la novia abordo del vehículo nupcial. Sigue el intenso calor por la tarde del 9 de Agosto y la llegada de familiares, amigos y conocidos se intensifica. De repente, llega el flamante coche. El mismo novio, ejerce de chofer y abre gentilmente la puerta trasera del vehículo para facilitar la salida de la novia y también de su futuro suegro (hay que ganar puntos !!)

Todo el mundo se dirige al interior de la iglesia, enganalada para la ocasión con vestidos, trajes, y demás complementos ... Alli se inicia la ceremonia nupcial, donde el cura, ya mostraba cierta ansiedad al decir lo siguiente: "ruego no se demore mucho la salida de los novios en la iglesia, ya que a las 7 tengo un bautizo". Ya veis, el curo iba a "per feina". La ceremonia cumplió con su habitual proceso: ahora me levanto, ahora me siento, ahora rezo, ahora digo amen, ... y los novios y sus respectivos padrinos, mostrando en todo momento seriedad ante el acontecimiento. Pero llego el momento crucial y tras la entegra de las arras, el cruce de anillos y aquella famosa frase de "ya se pueden besar", Jose y Agueda pasaron de ser unos pimpollos enamorados, a un marido y mujer en toda regla.

Tras contraer matrimonio, tanto ellos como los invitados, se dirigen a pleno centro de Segovia. Calles de adoquines, el acueducto, el Alcazar, etc forman parte de la escena. Un servidor, aprovechó los momentos previos al convite, para disfrutar de aquel entorno, realizar 4 fotos de rigor y también para establecer conversación con familia lejana de Segovia. No es familia directa, pero en todo momento parace que lo sea. Aún recuerdo aquella visita al "monumento" que Eusebio, más conocido como Padilla, me enseñó, un monumento de color dorado, bien frio y refrescante !! jejeje. Una bonita conversación, donde incluso pude saber alguna que otra historia de mi padre, un tanto oculta, ya que Padilla se encargó de desvelarme algo que a mi padre no le hacia mucha gracia en su época infantil: un curioso mote de antaño, en su época de granuja, mientras robaba melones en los huertos y la pandilla le conocia como el Calili (al parecer no le hacia especial gracia).

Tras estos momentos, empieza la ingesta de alcohol y comida. Primero el ya típico aperitivo, compuesto por tortilla, canapés, croquetas, ... justo para abrir boca (o más bien para cerrarla) y posteriormente dirigirse al banquete correspondiente. El restaurante, dotado de un ambiente medieval, abrió paso a los invitados, invitados organizados en mesas según parentesto con los novios. Nos sentamos en la mesa de los hermanos de la novia, lugar privilegiado por la cercania a la mesa nupcial.

Llego el momento cumbre, cuando una vez sentados y bajo unos curiosos atuendos regionales acompañados por un tambor y una especie de clariente, se avisa de la llegada de los novios. Tremenda ovación por parte de los invitados, que se dirigen a la mesa correspondiente. Ni un minuto aguardo la mesa "follonera" para gritar aquella famosa frase de "que se besen, que se besen !!!". Ni falta decir, que los novios, ya matrimonio, ejercerción tal petición con esmero y entrega, mostrando su amor al resto del salón.

Y tras estos momentos, empieza las idas y venidas por parte los camareros de la típica gastronomia segoviana, donde destacó el cochinillo, como no pudo ser de otra manera, fue cortado con el correspondiente plato por parte de los novios y posteriormente tirado al suelo (no el cochinillo, por si alguien lo habia entendido mal, sino el mismo plato). Tremendo cochinillo el degustado, teniendo además, y haciendo función de ensalada como centro de la mesa, un exquisito cordero asado. En fin, comida y bebida en abundancia, todo finalizado con el pastel nupcial.

Entre plato y plato, pues los típicos que se besen, el corte de la corbata, el corte del liguero, conversaciones con familia y amigos, fotos por aqui, fotos por alla, .... Un convite que dejo paso al baile. Para animar la fiesta, barra libre en la discoteca del restaurante, donde no faltaron las típicas sevillanas, rock and roll, pasadoble, y demás típicas canciones que se repiten una y otra vez en las bodas de todo el mundo. En mi caso, no faltaron demostraciones de mi habitual destreza ante el baile (perdonad que me ria: jajajajaaja !!!). Especial recuerdo guardo del baile con mi querida madre, pero también de aquella genial escena a lo Dirty dancing que protagonice con mi cuñado (Josele !!, hay que mejorar la recepción, creo que falla !!!!).

Baile tras baile, cubata tras cubata, fueron pasando las horas, y al final, y llegando a un hora más que prudencial (las 4 de la mañana), la fiesta toco su fin, aunque bien seguramente más de uno siguió su particular fiesta hasta ver la luz del sol.

Y bueno, creo que haré un punto y aparte en esta historia. Como bien indica el título de este post, es la primera parte. En próximos capítulos, seguiré con la descripción de mis mini vacaciones recientemente disfrutadas !!

To by continued ...

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posted by Pablo @ 10:26,

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