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Aventura bávara: primer día

Hola a todos !

De vuelta a Barna, de nuevo a la ciudad donde transcurre gran parte de mi vida y dejando atras otras partes de mi vida, en otras ciudades, durante estancias vacacionales, donde no hay lugar para las prisas, no hay estres y en general, todo se respira de manera más apacible, más relajadamente, disfrutando de cada momento, sin estan pendiente de un reloj que nos dicta las obligaciones diarias.

Un montón de postales se almacenan en mi mente después de mi período en Munich, guardando un grato recuerdo de todos ellos. Un viaje mezcla de cultura, fiesta, paseos por la gran ciudad e incluso deporte.

Han sido solamente 4 días, pero 4 días muy intensos, con tiempo para todo, aprovechando cada minuto al máximo y en general disfrutando intensamente de cada momento vivido.

Explicaré este viaje de manera cronológica, según el avance de los días:

- Día 1:

Después del madrugón del siglo, con la mente puesta en no dejarse nada en la maleta y con rumbo al aeropuerto del Prat, el vuelo parte sobre las 6.25 h del mañana rumbo a München, capital alemana. Vuelo de una par de horas, entre bostezo y bostezo, pero con el incentivo del propio viaje, pudiendo ver, a través de un pequeño ovalo transparente, una visión panorámica del viaje. Se sobrevuelan mares de nubes, se dejan atras ciudades, pueblos y también los Alpes, Alpes nevados que dejan una imagen imborrable del vuelo. Después de 2 horas de vuelo, llegando con total puntualidad a Munich y con un servicio más que aceptable durante el vuelo con Lufthansa, llegamos a la capital bávara. Primera adaptación al entorno, aclimatación y puesta en escena.

Recogida de maletas y primera misión: recogida del coche de alquiler. Ya tienen lugar las primeras anécdotas, muchas de ellas fruto por la diferencia del idioma, si bien, el inglés se convierte en nuestra principal herramienta de comunicación. Después de saldar algunos problemas de iniciales, cogemos el coche, un Fiat Bravo que sorprende por su solvencia y repris, contando con 6 velocidades y teniendo una buena respuesta (en terminos automovilísticos seria patada) en cualquier situación. Del aeorpuerto a la ciudad de Munich nos separan unos 30 kms, y de camino, hacemos parada en el actual campo de fútbol del equipo de la ciudad, el Allianz Arena, un estadio que goza una de una estructura totalmente innovadora y moderna dando cabida a diferentes eventos como un Mundial de fútbol.

Después de esta breve parada, seguimos nuestro camino dirección a Munich centro. En la misma autopista, se confirma ante nuestos ojos que las autopistas alemanas se convierten en rectas de pura velocidad, donde se respeta los carriles lentos y que hay que mirar con frecuencia por el retrovisor por si viene alguna bala alemana, más teniendo en cuenta que el estandard de coche resulta ser un BMW de gama alta, Audi, Porsche, ... el resto son minucias

Llegamos a la capital y nada más llegar, visitamos uno de los museos más visitados no solo de Munich sino de Alemania: el museo de la Bmw. De especial interés es ver toda la transición de coches, motos e incluso aviones, desde los vehículos con más historia, hasta los vehículos más innovadores y futuristas. Pero es más interesante el "formato" del mismo museo, siempre con un toque innovador y con una elegante presentación.

Sin todavía pasar por el hotel, nos dirigimos a la primer punto de interés planificado del viaje: Innsbruck. Esta población austriaca, despierta nuestro interés por estar en los Alpes. Nada más llegar ya percatamos que esta región respira montaña, esqui, tranquilidad y también mucho frio. Realizamos primer "apat bávaro" en un restaurante typical montañero. Después de la ingesta, subida en funicular a uno de los picos más altos de la región, situado a unos aproximadamente 2500 metros de altura. Vistas increibles (siempre que la climatologia lo respete) nos dirigimos al centro de Innsbruck, recorriendo cada una de sus calles más céntricas, comprando algún souvenir y inmortalizando el paseo con nuestras cámaras. Obligada parada después del ajetreo para echar una buena cerveza tirolesa.

De nueva carretera y manta, nos dirigimos de nuevo a Munich, para esta vez, dirigirse al hotel que nos dará cobijo durante los 4 días. Durante el trayecto, el coche se convirtió en un estercolero, ya que los acompañantes (yo me excluyo que era el conductor) iniciaron su propio Oktoberfest anticipado.

Llegada al hotel. Previamente, adquisición de algunos productos tradicionales de la tierra e ingesta de ellos en el mismo.

To by continued ...

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posted by Pablo @ 13:15,

2 Comments:

At 26 de septiembre de 2008, 9:33, Blogger Naldos ... said...

Menudo viaje mamones... veo que Manu se puso sus Asus Trabucco para subir a las montañas... no hay mejor equipación...

 
At 29 de septiembre de 2008, 5:46, Anonymous Anónimo said...

Nen!! Estàs que no pares!!
Tu si que t'ho montes bé!
Petonets!
Gem

 

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